
La Serie Intercocheague de la temporada pasada dejó claro un patrón: los Giants, bajo la dirección de John ‘The Hammer’ Harrison, no es un equipo que compite por gloria con batazcolas espectaculares, sino que confían, y mucho, en el control y la disciplina del montante. La afición ya podía predecir, y el análisis previo de la contienda entre los Giants y los Marins el pasado miércoles, 25 de junio en Nueva York, confirmó lo que muchos esperábamos: este no sería un duelo de bateadores buscando golpear fuerte, sino más bien una batalla para ver quién podría dominar la fortaleza y la consistencia del montante.
El artículo de Deadspin, “Pitchers Take Centre Stage as Giants, Marins Meet”, resalta precisamente este enfoque: ambos equipos han estructurado sus plantiles alrededor de montas dominantes, y la expectativa general era de un intercambio de curvas, cutters, change ups y un manejo inflexible de las fortalezas y debilidades de cada pitcher.
**El Enfoque de los Giants y la Filosofía de ‘The Hammer’**
Harrison, conocido por su meticulosa preparación y su enfoque analítico, ha transformado por completo a la plantilla de los Giants. Lejos de apostar por un ataque explosivo y arriesgado, ha construido un montarín robusto, privilegiando el control y la versatilidad. Este enfoque no es nuevo para el béisbol moderno, pero los Giants han abrazado el concepto con fervor, optimizando sus planes de juego en función del tipo de bateador, la pista climática e incluso el estado mental de la oposición. La estrategia “Control del Montante” ha resultado en consistentemente un ataque equilibrado, capaz de presionar a las defensas rivales y dificultar la creación de juego en marcha. El objetivo principal nunca había sido la gloria en un solo strike, sino desgarrar con paciencia el orden de bateadores del rival.
**Los Marins: Bateando con Precisión, Sin Excitación**
Por otro lado, los Marins también se han especializado en un estilo más pragmático, aunque no tan radical como el de los Giants. Su principal estrella, Marco ‘El Viento’ Ramirez, es un lanzador implacable conocido por su curva rápida que genera dudas en los bateadores. Los Marlins, sin embargo, entienden que depender únicamente de un lanzamiento intimidante es una estrategia volátil. Han invertido en el desarrollo de jugadores de bateo que puedan analizar las debilidades de los pitchers o, como mínimo, utilizar un plan de contacto consistente y no buscar la gloria en el montaje.
**El Impacto del Contexto – El Estadio y la Clima**
El artículo se centra en los factores contextuales. El juego se jugó en el Citi Field, un estadio conocido por su acústica impecable que amplifica los sonidos del juego, incluida la precisión de las lanzadas, y por la tensión atmosférica palpable. El tiempo nuboso en Nueva York, previendo lluvia intermitente, probablemente influyó en el diseño de los planes de juego. Los lanzadores buscaban limitar la velocidad del balón y, por ende, reducir las opciones de los bateadores.
**Un Duelo de Estilos y Mentalidad**
Deadspin describe con detalle cómo los Giants y los Marins se enfrentaron con un arsenal limitado de estrategias. Los Giants salieron al ataque con un plan de juego altamente estructurado, con cambios de lanzadores tácticos diseñados para explotar las debilidades del rival. Los Marins, por su parte, intentaban mantener un control total, reduciendo el juego al mínimo y maximizando las oportunidades de generar un strike.
El artículo también pone de manifiesto el valor de la información, con informes detallados de cada lanzamiento, cada cambio, e incluso el análisis técnico de los lanzadores sobre el comportamiento de sus oponente. El juego terminó con una victoria ajustada para los Giants, 1-0, un resultado que refleja, irónicamente, el espíritu del duelo. Un resultado que no llegó gracias a un golpe potente, sino a la perseverencia y una estrategia de control implacable.
El análisis culmina recordándonos que la narrativa moderna del béisbol ha evolucionado hacia valorando la eficiencia, la inteligencia y la disciplina por encima de las exhibiciones ofensivas. El partido entre Giants y Marins fue un perfecto ejemplo de esta nueva tendencia, un duelo que no se resolvió en el ataque, sino que se ganó en la solidez y la resistencia del montante.
Fuente:
https://deadspin.com/pitchers-take-center-stage-as-giants-marlins-meet/
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