Cuando recorres Ciudad de México, o incluso exploras otras ciudades del país, es fácil caer en la impresión de que México es un país vibrante y prospero, dominado por una clase media sólida. Barrios como Roma, Condesa y Juárez están repletos de boutiques de diseño, cafeterías de terceros nivel y restaurantes con reconocimiento internacional. Los distritos financieros como Reforma y Santa Fe presentan un horizonte y una diversidad que compiten con muchos de los grandes centros europeos. Con sus exuberantes parques, innumerables eventos culturales y una efervescente vida nocturna, la ciudad deja a los visitantes convencidos de que México es una nación donde la clase media prospera.
Pero esta sensación es, en gran medida, una ilusión.
Es crucial entender que, aunque la imagen de una Ciudad de México cosmopolita y moderna es atractiva, esta percepción se limita a una pequeña y privilegiada porción de la población. La realidad económica de México es mucho más compleja y desigual. Gran parte de la población, especialmente en áreas rurales y comunidades marginadas, aún lucha con la pobreza y las dificultades económicas. La riqueza y el consumo ostentoso que se observan en las zonas turísticas y los centros urbanos más influyentes no representan la situación de la mayoría de los mexicanos.
Por lo tanto, al visitar México, es importante ir más allá de la imagen turística y comprender la verdadera diversidad económica del país. Es un país de contrastes, donde la prosperidad coexiste con la pobreza, y donde la clase media, aunque presente en ciertas zonas, es una minoría significativa.
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/is-mexico-a-middle-class-country