El debate se acaloró recientemente entre el comediante Bill Maher y el famoso psicólogo Dr. Phil McGraw, después de que Maher cuestionara la decisión de McGraw de unirse a las operaciones de “raids” de la Administración de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Donald Trump.
La confrontación se originó a raíz de un reportaje publicado en *The New York Post* (el enlace original es: [https://nypost.com/2025/08/09/media/bill-maher-confronts-dr-phil-on-joining-trump-admins-unpopular-ice-raids/](https://nypost.com/2025/08/09/media/bill-maher-confronts-dr-phil-on-joining-trump-admins-unpopular-ice-raids/)) donde se informó que Dr. Phil había sido consultado para “ayudar a los agentes de ICE a acercarse mejor a los inmigrantes indocumentados durante las operaciones de raids.”
Maher, conocido por sus críticas a la derecha política y a figuras influyentes, expresó su sorpresa y desdén por la participación de McGraw en estas operaciones. Se interpretó que Maher veía la iniciativa como una estrategia para “deshumanizar” a las personas detenidas y para facilitar las operaciones de ICE.
El debate se acaloró cuando Dr. Phil respondió a las críticas de Maher, calificando su reacción de “basura” (“bullsh—t” en inglés). Esta respuesta fue ampliamente difundida y exacerbó la polémica.
El incidente ha generado un intenso debate sobre la ética de la participación de figuras públicas en políticas de inmigración y control de fronteras, y sobre la forma en que se utilizan las herramientas de la psicología y el asesoramiento en contextos controvertidos.
La polémica ha provocado numerosas reacciones en redes sociales, con usuarios divididos entre quienes apoyan la estrategia de ICE y quienes la critican por sus implicaciones humanitarias y por su impacto en las comunidades inmigrantes. El caso de Maher y Dr. Phil se ha convertido en un símbolo de la creciente tensión entre los medios de comunicación, la política y la opinión pública.