Norman, Oklahoma – En declaraciones recientes, el entrenador principal de los Sooners de Oklahoma, Brent Venables, ha reflejado sobre el precario estado del programa de fútbol americano de la Universidad de Oklahoma cuando asumió el cargo en 2022. Estas declaraciones llegan en un contexto de reconstrucción gradual, lejos del abrupto cambio que experimentó el programa tras la partida de Lincoln Riley hacia USC.
Venables ha sido claro al indicar que la situación al principio de su gestión difería significativamente del momento en que Riley asume su primer cargo de entrenador principal. “Sí, teníamos mucho que trabajar, y no elegí pedir a nadie que se fuera cuando llegué aquí,” afirmó Venables. “Simplemente quise darle a todos una oportunidad justa y simplemente ver a dónde estábamos y, con el tiempo, algunos jugadores eligieron irse. Algunos jugadores simplemente no encajaban con el perfil cuando se trataba de asistir a clases y comportarse correctamente fuera del campo.”
El entrenador enfatizó que el equipo enfrentó problemas sustanciales durante su primera temporada. Según Venables, el promedio de calificaciones generales de los estudiantes (GPA) del equipo fue de 2.2, y hubo numerosos casos de fracaso en las pruebas de detección de drogas. Estos problemas, según Venables, generaron una falta de motivación, falta de cohesión y falta de ambición dentro del equipo. Además, señaló la presencia de “espíritus rotos” entre algunos jugadores y la falta de confianza en el potencial del equipo.
“Cambiar la mentalidad y la forma en que pensábamos (fue el camino a seguir),” concluyó Venables, subrayando el enfoque estratégico de reconstruir el programa desde sus cimientos.
*Esta historia será actualizada*