¿Qué pasaría si cada juez federal estadounidense –desde la Corte Suprema hasta los tribunales locales– fuera despedido de la noche a la mañana y reemplazado por funcionarios elegidos directamente por voto popular? Sin nombramientos vitalicios. Sin confirmaciones del Senado. Solo una votación.
Esa es exactamente lo que México acaba de hacer. En una única reforma, el país ha detonado un experimento sin precedentes: despidiendo a toda la judicatura, tanto local como federal, y entregando las llaves a jueces recién elegidos por voto popular.
Esta no es una decisión para débiles de corazón. México está entrando en territorio inexplorado. Es el experimento democrático más audaz que existe en el mundo en este momento, y su resultado podría extenderse mucho más allá de sus fronteras.
Sin embargo, la cobertura internacional ha reducido esta historia a un simple chiste: una maniobra del partido gobernante para consolidar un régimen autoritario. Morena, consolidando su poder. La verdad es mucho más caótica, mucho más impredecible –y mucho más interesante.
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/mexicos-elected-judiciary-and-democracy