La Cruda Realidad: Lo Que 20 Años de Investigación Revelan Sobre la Delincuencia Organizada en México

La delincuencia organizada en México ha sido, durante décadas, un tema envuelto en misterio, polarización y, a menudo, en narrativas simplistas. Sin embargo, un análisis profundo y basado en investigación académica revela una realidad mucho más compleja y matizada. En este artículo, exploraremos lo que 20 años de estudio revelan sobre la intrincada relación entre los cárteles, el Estado mexicano y las consecuencias de las estrategias de combate a la criminalidad.

Más Allá de las Headlines: La Colaboración Inesperada

Tradicionalmente, la cobertura mediática y la política pública han presentado una imagen unidimensional de los cárteles mexicanos como entidades puramente criminales, operando al margen de la ley y sin influencia en el gobierno. Sin embargo, investigaciones recientes, lideradas por expertos como Omar García Ponce, Associate Professor de Ciencias Políticas e Internacionales de la Universidad George Washington, apuntan a una realidad diferente.

Estudios indican que, a menudo, existe una colaboración, aunque encubierta, entre los cárteles y ciertas facciones del Estado mexicano. Esta colaboración no se limita a la corrupción, sino que incluye acuerdos para el control territorial, la manipulación de sistemas judiciales y, en algunos casos, el uso de recursos estatales para facilitar las operaciones del crimen organizado.

El Corte No Siempre Reduce la Violencia

Un punto crucial que emerge de la investigación es que intentar cortar los flujos de ganancias de los cárteles no necesariamente conduce a una reducción de la violencia. Las estrategias de presión económica, como la intervención en rutas comerciales y el ataque a las fuentes de financiamiento, a menudo resultan en una mayor radicalización de los cárteles y provocan una escalada en la violencia a medida que buscan nuevas fuentes de ingresos. Esto demuestra la necesidad de abordar las causas profundas de la delincuencia organizada, como la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades.

Las Operaciones de Control: Un Efecto Perverso

Las estrategias de “mano dura” de los gobiernos mexicanos, como los despliegues masivos de fuerzas armadas y policías, a menudo generan resultados contraproducentes. La investigación revela que estos operativos de control, lejos de desmantelar a los cárteles, a menudo exacerban la violencia y contribuyen a su expansión. Al desplazar a los cárteles a zonas menos vigiladas y aumentar la competencia por el control territorial, estas operaciones, en lugar de desarticular las estructuras criminales, las fortalecen.

El Papel del Estado: Un Actor Complejo

Más allá de la corrupción, el Estado mexicano ha mostrado una capacidad de instrumentalización de la delincuencia organizada. Se ha detectado que el Estado ha utilizado estrategias de “comprado silencio” y ha mostrado tolerancia pasiva hacia ciertos grupos criminales para proteger intereses económicos o políticos. Esta complicidad, aunque compleja y difícil de demostrar, añade una capa adicional de complejidad al panorama de la delincuencia organizada.

Conclusión: Un Enfoque Integral es Necesario

La delincuencia organizada en México no es un problema simple que pueda ser resuelto con tácticas militares o estrategias de combate a la droga aisladas. La evidencia académica, después de 20 años de investigación, revela la necesidad de un enfoque integral que aborde las causas fundamentales de la delincuencia, que fortalezca las instituciones estatales, que promueva la justicia y que involucre a la sociedad civil. Solo a través de un análisis profundo y de políticas basadas en evidencia se podrá lograr un cambio real y sostenible en la lucha contra la delincuencia organizada en México.

Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/organized-crime-research-mexico