Originalmente publicado en The Sporting News
La temporada de los Detroit Tigers parecía encaminada a asegurar su división, pero en la última semana de la campaña, esa perspectiva se ha desvanecido por completo. Los Tigres han experimentado uno de los peores desplomes en la reciente historia de las Grandes Ligas, y ahora las posibilidades de llegar a los playoffs están lejos de ser una realidad.
“25 de Agosto: Los Tigres lideran por 12.5 juegos a Cleveland. 23 de Septiembre: Los Guardians vencen a los Tigres para igualar la clasificación en la AL Central – y ahora también poseen el criterio de desempate. Hemos presenciado uno de los mayores desplomes y remontadas que hemos visto en tiempos recientes, todo en menos de un mes”, escribió ESPN’s Jeff Passan.
Con la presión aumentando, los Tigres tomaron una medida drástica al programar a su estrella, Tarik Skubal, para dos juegos esta semana. Skubal es el brazo derecho del equipo, y su inclusión en el calendario es una clara señal de la confianza que tienen en él.
“Si Skubal está programado para iniciar el martes, eso lo colocaría para iniciar el partido de cierre de la temporada regular contra los Red Sox en Fenway Park, si los Tigres necesitan asegurar una victoria en el último día de la campaña de 2025. No es una situación deseable y pondría en peligro la disponibilidad de Skubal para una posible serie de clasificación para el Wild Card,” escribió Colin Keane de Motor City Bengals.
La presión se hizo sentir de manera evidente el martes, cuando Skubal marcó un hito en la historia de las Grandes Ligas en el momento menos oportuno.
“Esta noche, por primera vez en la historia de las Grandes Ligas, un exganador del Cy Young (Tarik Skubal) cometió un error, una wild pitch y un balk en el mismo inning,” publicó Opta Stats.
Con solo cinco juegos restantes en la agenda, la situación de los Tigres se ha complicado enormemente. Para Skubal, el martes representó un revés, pero tiene la oportunidad de redimirse el domingo, buscando asegurar un lugar en los playoffs para su equipo. La presión sigue siendo inmensa hasta que el equipo comience a ganar de nuevo.