Nueva York, 28 de septiembre de 2025 – La controvertida adaptación de la obra clásica de Samuel Beckett, “The Play That Goes Wrong” (conocida como “Waiting for Godot” en algunas traducciones), protagonizada por Keanu Reeves y Alex Winter, ha abierto sus puertas en Broadway para una serie de críticas que, en general, no han sido nada favorables. El espectáculo, producido por StageCraft Productions y ejecutado bajo la dirección de Ben Stiller, ha generado una reacción mixta, con algunos críticos elogiando el coraje de su ambición y otras voces manifestando una decepción generalizada.
El espectáculo, que se presenta como una reinterpretación moderna y estilizada de la obra original, ha sido descrito por muchos como un ejercicio de “intentos fallidos”. El argumento, que sigue a Vladimir y Estragon mientras esperan a un personaje llamado Godot que nunca llega, ha sido señalado como repetitivo, confuso y, en última instancia, carente de la profundidad y el impacto emocional que caracterizan a la obra de Beckett.
“Aunque la ejecución técnica es innegablemente impresionante, con elaboradas instalaciones de StageCraft que ofrecen cambios de escenario rápidos y visuales impactantes, el núcleo dramático simplemente no está ahí”, escribió el crítico de *The New York Times*, Arthur Finch, en su reseña. “El espectáculo es una brillante demostración de ingeniería escénica, pero también una vívida prueba de que la tecnología no puede suplir una narrativa sólida.”
El rendimiento de Reeves y Winter ha sido objeto de particular atención. Si bien ambos actores han sido elogiados por su profesionalismo y su compromiso con el material, muchos críticos han argumentado que su interpretación ha sido excesivamente caricaturesca y carente de la sutilidad necesaria para capturar la complejidad de los personajes de Vladimir y Estragon.
“Reeves y Winter son actores talentosos, pero la obra los exige mucho más que mera performance”, comentó la crítica de *Variety*, Elena Ramirez. “Se les pide que interpreten la desesperación y la incertidumbre, pero su enfoque, a menudo, se siente más parecido a una comedia de situación.”
Las críticas también se han centrado en la dirección de Stiller, quien ha sido acusado de intentar modernizar la obra de Beckett de una manera que resulta descaradamente forzada. “La intención de Stiller de crear una experiencia de Broadway visualmente impactante ha resultado en una producción que a menudo se siente desconectada del espíritu original de Beckett”, añadió Finch.
A pesar de las críticas, “WAITING FOR GODOT” ha conseguido atraer a un público considerable, con ventas de entradas que superan las expectativas. Sin embargo, el espectáculo se enfrenta a desafíos importantes para mantener su atractivo a largo plazo, especialmente considerando la naturaleza inherentemente crítica de la obra original y el escaso impacto emocional que se ha logrado transmitir. El futuro del espectáculo, y de la adaptación, permanece incierto.