Tras una derrota inesperada, los ingleses buscan soluciones con un nuevo enfoque y tácticas.
El sábado, Inglaterra sufrió una derrota sorprendentemente contundente ante Fiji en el primer partido de su serie de amistosos internacionales. El resultado, de 30-22, ha desatado un debate en el seno del equipo y dentro de la afición, con acusaciones de falta de concentración y una experimentación táctica que, según algunos, no dio los frutos esperados.
La primera mitad fue un torbellino de acontecimientos. Inglaterra se adelantó gracias a un try de Manu Tuilagi y la conversión de Freddie Steward, pero Fiji respondió con dos tries rápidamente, aprovechando su mayor capacidad física y un juego de ataque más agresivo. La defensa inglesa, que normalmente es una de sus fortalezas, pareció desorganizada y susceptible a la presión de los fijianos.
La segunda mitad vio a Inglaterra intentar cambiar de ritmo, introduciendo un juego de tres cuartos más fluido, pero sin conseguir dominar completamente al rival. Fiji, por su parte, continuó presionando en el juego terrestre y aprovechando los errores ingleses.
La Frustración de Mongoose?
El seleccionador inglés, Steve Borthwick, admitió que el resultado era decepcionante, pero insistió en que el partido proporcionó valiosas lecciones. “Tenemos que ser más fuertes en nuestra defensa y debemos ser más consistentes en nuestro juego”, declaró en la rueda de prensa posterior al partido. “El partido nos obligó a salir de nuestra zona de confort y a probar cosas nuevas. Tenemos que aprender de nuestros errores y seguir trabajando duro para mejorar”.
Hubo críticas dirigidas a Borthwick por una táctica de introducción de cambios que, según algunos, se sintió apresurada y desorientó al equipo. El cambio de la formación inicial, que incluía a jugadores experimentados como Owen Farrell en el medio scrum, se considera que desequilibró la línea central y dificultó el control del juego.
Experimentación y Nuevos Enfoques
No obstante, la derrota también abrió la puerta a la experimentación. Se observó un intento de incluir a jugadores jóvenes en posiciones clave, como el joven fly-half, Tom Mitchell, quien demostró un gran potencial y una buena distribución de balón. Además, se intentó modificar el juego de ruck y maul, buscando mayor dinamismo y aprovechando mejor los espacios.
“Estamos analizando el partido para identificar áreas de mejora”, explicó un miembro del cuerpo técnico que prefirió permanecer anónimo. “Queremos ser más agresivos en nuestra toma de decisiones y buscar soluciones creativas en el campo. La derrota es una oportunidad para que los jugadores se superen a sí mismos y para que nosotros, como equipo, aprendamos a adaptarnos y a responder a los desafíos”.
El partido contra Fiji ha servido como un despertar para Inglaterra, evidenciando la necesidad de mantener la concentración, fortalecer la defensa y explorar nuevas tácticas para asegurar su competitividad a nivel internacional. El equipo ahora se prepara para su siguiente partido, con la esperanza de transformar la frustración en una base sólida para el éxito.
Fuente: https://www.bbc.com/sport/rugby-union/articles/cn8v908x8yko?at_medium=RSS&at_campaign=rss

