Fecha de publicación: 2025-12-09
La NFL, conocida por sus giros inesperados y momentos absurdos, ha vuelto a sorprender. Los Indianapolis Colts, aparentemente buscando una solución rápida y, quizás, un recordatorio de tiempos mejores, han anunciado el regreso de Philip Rivers para una última temporada. Y, para ser honestos, esta contratación es, de manera brillante, *totalmente en marca* para el equipo.
Deadspin, en su artículo original, lo resume a la perfección: el movimiento es una demostración de que los Colts, tras una década de desilusión y decisiones cuestionables, aún se sienten cómodos con su estilo característico: apostar por un veterano con reputación de estrella, a pesar de que las señales indicaban que ese jugador ya no era la misma.
Recordemos el contexto. Tras un verano lleno de rumores y especulaciones, los Colts, buscando desesperadamente una identidad y un líder, optaron por intentar revitalizar la carrera de Rivers, quien había anunciado su retiro en 2023, tras una exitosa carrera llena de momentos icónicos, incluyendo, obviamente, ese controvertido “butt fumble” de Super Bowl XLIX. River, al parecer, no tenía planes de volver a la NFL, pero la desesperación en Indianápolis, parece, lo ha traído de vuelta.
“Es un movimiento estratégico y sin sentido a la vez,” escriben en Deadspin. Y tienen razón.
El contrato, por supuesto, es un acuerdo de un día, una medida para dar a los Colts un quarterback de nombre y, quizás, para satisfacer la curiosidad de la prensa. Pero más allá de la naturaleza transitoria de la transacción, refleja el legado de los Colts: la historia de un equipo que, a menudo, toma decisiones impulsivas y que se aferra a la nostalgia de manera inquebrantable.
La reacción ha sido, como cabría esperar, una mezcla de incredulidad, risa y un toque de melancolía. Los fans de otros equipos se burlan, los medios de comunicación se divierten, y los aficionados de los Colts – aquellos que aún mantienen la esperanza – ven una oportunidad de ver a un veterano como Rivers intentar una última, improbable, revancha.
Este movimiento, al final del día, es un recordatorio de que la NFL es un negocio de espectáculo, y los Colts, una vez más, están actuando con su particular estilo de comedia involuntaria. ¿Será este el último gran momento de Rivers? ¿Será este un paso más hacia la estabilidad en Indianápolis? Solo el tiempo lo dirá. Pero una cosa es segura: la llegada de Philip Rivers a los Colts es, sin duda, un momento memorable en la historia de la NFL, un momento que se unirá a los “butt fumbles” y los cambios inesperados en la lista de deseos del equipo. Y eso, en sí mismo, es una victoria para el espectáculo.
Fuente:
https://deadspin.com/indianapolis-colts-signing-philip-rivers-is-hilariously-on-brand/