México en Guerra: 25 Años de Lucha Contra las Carteles Explicados

México’s security policy is often flattened into a single story of failure: a state that, for decades, has been unable to control organized crime. That framing misses the real story. Durante más de dos décadas, el gobierno mexicano ha librado una guerra asimétrica, compleja y, a menudo, frustrante contra las organizaciones criminales que han desafiado su autoridad y amenazado su estabilidad. El resultado no ha sido la victoria, sino una batalla constante, marcada por cambios de estrategia, fracasos notorios y, sin embargo, persistiendo el poder de los cárteles.

El Inicio de la Guerra: Los 90 y la Surge de los Cárteles

La historia de este conflicto comenzó a tomar forma en la década de 1990, con el auge de los cárteles de la droga, especialmente el Cártel de Sinaloa. A medida que la demanda de opio en Estados Unidos creció, así también lo hizo la capacidad de los cárteles para generar enormes ganancias. Inicialmente, la respuesta del gobierno mexicano se centró en la represión, con operativos policiales a pequeña escala y tácticas de confrontación directa que, en su mayoría, terminaban en frustración.

Las Diferentes Estrategias: De la Represión al Estado de Seguridad

La estrategia evolucionó a lo largo de los años. Tras el brutal ataque al autobús Saruman en 2008, que dejó decenas de muertos, se implementaron políticas de “guerra contra el narcotráfico” más agresivas. Se aumentó el gasto en seguridad, se fortalecieron las Fuerzas Armadas y la Marina, y se realizaron operaciones coordinadas con la DEA (Administración de Control de Drogas de Estados Unidos). Sin embargo, estas acciones, que buscaban desmantelar las redes de distribución de drogas y arrestar a los líderes de los cárteles, revelaron una verdad incómoda: los cárteles eran increíblemente adaptables y resilientes.

A principios de la década de 2010, se intentó implementar un “Estado de Seguridad,” un modelo en el que las fuerzas armadas, en lugar de ser simplemente una herramienta policial, asumirían un papel central en la seguridad pública, incluyendo la lucha contra el crimen organizado. Este enfoque, implementado en ciudades como Ciudad de México y Monterrey, generó controversia y preocupaciones sobre la militarización de la sociedad civil y la erosión de las instituciones democráticas.

El Auge del Nuevo Cártel de Tamaulipas y la “Operación Fallida”

En 2014, el gobierno lanzó la “Operación Fallida”, una ofensiva a gran escala contra el Cártel de Tamaulipas, liderado por el despiadado Sergio Villarreal “El Cobra”. La operación fue un desastre. Los cárteles respondieron con una violencia sin precedentes, secuestrando y asesinando a funcionarios públicos, manipulando la opinión pública y desestabilizando la región. El fracaso de la operación marcó un punto de inflexión, sosteniendo que las estrategias convencionales no eran efectivas.

El Nuevo Modelo y la Persistencia del Problema

En los últimos años, el gobierno ha buscado un enfoque más diverso, combinando estrategias de inteligencia, reforzamiento de la policía, y un mayor enfoque en la lucha contra el blanqueo de capitales y la corrupción. Se han implementado programas de colaboración con el sector privado y se ha incrementado la atención a la prevención del delito y el desarrollo social. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el problema persiste. Los cárteles, con su capacidad para adaptarse, infiltrarse en la política y aprovechar la impunidad, siguen siendo una amenaza para la seguridad y la estabilidad de México.

La lucha contra los cárteles es un conflicto de larga data, caracterizado por la complejidad, la falta de soluciones fáciles y las consecuencias devastadoras para la sociedad mexicana. Comprender esta historia, incluyendo sus fracasos y sus adaptaciones, es fundamental para cualquier análisis del presente y para la búsqueda de estrategias más efectivas, que, al parecer, son una tarea increíblemente difícil.

Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/mexico-has-tried-everything-to-stop