Si has navegado por las redes sociales durante un tiempo, seguramente la has encontrado: la “tradwife” – una mujer que rechaza abiertamente la carga del mercado laboral para dedicarse, de manera completa y sin remordimientos, a la vida doméstica. En Estados Unidos y Europa, el arquetipo suele ser familiar: estética retro, retórica antifeminista y la fantasía de volver al huerto. México, sin embargo, ha producido su propia variante.
En México, la “tradwife” ha adoptado una forma muy distinta, profundamente arraigada en la cultura y las tradiciones ancestrales. No se trata de un simple regreso a las raíces, sino de una reinterpretación compleja que se nutre de la historia, la religión y las dinámicas familiares.
A diferencia de su contraparte occidental, la “tradwife” mexicana se centra en la figura de la *madrina*, una mujer que asume un rol central en la vida familiar, responsable de la alimentación, la educación de los niños, la gestión del hogar y, en muchos casos, la intermediación con la comunidad. La *madrina* no se define por la crítica al mundo exterior, sino por su compromiso con la armonía y el bienestar de su familia.
Un elemento clave que distingue a esta variante es la importancia de la fe católica. La *madrina* opera dentro de un marco de valores tradicionales y morales, buscando la guía de la Iglesia y la veneración de la Virgen María. El hogar se convierte en un espacio sagrado, un refugio de paz y estabilidad.
Además, la relación con los hombres es fundamental. En la tradición mexicana, el *macho* (el hombre) es visto como el proveedor y protector, mientras que la *madrina* encarna el rol de cuidadora y gestora del hogar. Esta dinámica, aunque a veces criticada, ha sido una constante en la sociedad mexicana durante siglos.
Sin embargo, es importante señalar que esta “tradwife” mexicana no es monolítica. Existen diferentes manifestaciones, influenciadas por la región, el nivel socioeconómico y las creencias individuales. Algunas son conservadoras y extremas, mientras que otras adoptan una postura más flexible y adaptada a las realidades del siglo XXI.
En definitiva, la edición mexicana de la “tradwife” es un fenómeno fascinante y complejo, que refleja la rica y contradictoria historia del país. No se trata simplemente de un retorno al pasado, sino de una reinterpretación del rol de la mujer en la familia, con una profunda conexión con la tradición y la fe. Es un arquetipo que sigue evolucionando, adaptándose a los tiempos y manteniendo un vínculo inquebrantable con la esencia misma de la cultura mexicana.
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/the-mexico-edition-of-the-tradwife

