Si navegas por las redes sociales lo suficiente, eventualmente la encontrarás: la “esposa tradicional”, o “tradwife” – una mujer que abiertamente rechaza el ritmo frenético del mercado laboral para dedicarse, de forma completa e innegablemente, a la vida doméstica. En Estados Unidos y Europa, el arquetipo tiende a ser familiar: estética retro, retórica antifeminista y un regreso al huerto fantasioso. México, sin embargo, ha producido su propia variante.
Esta “tradwife” mexicana se diferencia significativamente de su contraparte occidental. Mientras que en otros lugares, la imagen evoca un ideal romántico y a menudo problemático, en México, la figura de la “tradwife” se presenta con una complejidad y matices muy particulares.
En lugar de una simple vuelta a los años 50, con énfasis en el hogar perfecto y la sumisión al marido, la “tradwife” mexicana a menudo se construye en torno a un profundo arraigo a la familia extensa y a las tradiciones ancestrales. Se le ve como guardiana de la cultura, portadora de la fe y, sobre todo, la principal responsable del bienestar emocional de sus hijos y de su esposo.
Pero lo que realmente distingue a esta versión es su conexión con la tierra y con las labores agrícolas. En muchas comunidades rurales, estas mujeres son las encargadas de cultivar sus propios alimentos, cuidar del ganado y mantener la economía familiar. No se trata solo de “hacer la casa”, sino de asegurar el sustento a través de un trabajo arduo y conectado con el ciclo de la naturaleza.
Además, y esto es crucial, la “tradwife” mexicana a menudo se vincula con la defensa de los valores religiosos y con la preservación de las costumbres locales. No existe una visión homogenea, sino una diversidad de expresiones que se adaptan a las realidades de cada región y comunidad.
La proliferación de este arquetipo en las redes sociales ha generado debate y controversia. Algunos lo ven como una celebración de la feminidad y de la dignidad del trabajo femenino, mientras que otros lo critican por reproducir estereotipos de género y por promover la desigualdad.
Independientemente de la interpretación, es innegable que la “tradwife” mexicana representa una faceta importante del patrimonio cultural y social del país, una expresión de fuerza, sacrificio y devoción que merece ser entendida y analizada con una mirada crítica y respetuosa.
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/the-mexico-edition-of-the-tradwife

