México ha sido durante mucho tiempo definido por una narrativa simplista y, en gran medida, decepcionante: un estado incapaz de controlar eficazmente el crimen organizado. Sin embargo, esta imagen, tan común, no captura la verdadera complejidad de la guerra que México ha librado contra las carteles durante más de dos décadas. Esta lucha, marcada por cambios de gobierno, estrategias a menudo contradictorias y resultados variables, es mucho más matizada de lo que muchos medios y el público general perciben.
Una Lucha Decenal: Un Panorama General
La historia de la lucha contra las carteles en México se remonta a principios de la década de 1990, cuando la violencia asociada al Cártel de Guadalajara se intensificó, impulsada por el tráfico de drogas a Estados Unidos. Inicialmente, la respuesta del gobierno se centró en tácticas tradicionales: persecución policial, arrestos y fortalecimiento de las capacidades de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, estas estrategias demostraron ser insuficientes para contener la expansión y el poder de los carteles.
Cambios de Estrategia y el Auge de los “Generales”
A medida que la violencia continuaba escalando, el gobierno mexicano, a menudo en respuesta a presiones internas y externas, implementó una serie de estrategias que, a menudo, se caracterizaron por su falta de coherencia y un enfoque excesivo en tácticas policiales “de generales” – es decir, militares – en lugar de abordar las causas fundamentales del problema.
* La Ley Federal de Seguridad Pública (1992): Introducida durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, esta ley permitía el uso de militares para combatir el crimen, sentando un precedente que se ha mantenido hasta el día de hoy.
* La “Guerra contra las Drogas” de Vicente Fox (2000-2006): Esta administración intensificó aún más la cooperación con Estados Unidos y aumentó la presencia militar en la frontera. Sin embargo, este enfoque no logró disminuir el suministro de drogas ni debilitar a los carteles.
* El Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012): Esta administración, marcada por una escalada en la violencia y la confrontación directa con los carteles, desplegó al Ejército y a la Armada en todo el país, recurriendo a tácticas militares de alta intensidad. Este período se caracterizó por un aumento dramático en las muertes de funcionarios de seguridad y un aumento significativo en la violencia generalizada.
* El Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018): El gobierno de Peña Nieto continuó utilizando una estrategia basada en el despliegue militar, aunque con un enfoque más selectivo en las zonas de mayor actividad criminal. La estrategia “Relámpago” (Operación Centauro), destinada a atacar a los líderes de los carteles, tuvo resultados limitados y, en algunos casos, exacerbó la violencia.
* El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024): El enfoque actual, denominado “Nueva Métrica”, se centra en la prevención del delito, la inteligencia, la colaboración con estados y municipios, y el fortalecimiento de las instituciones civiles. Este cambio de estrategia representa un abandono, al menos en teoría, de las tácticas militares y una apuesta por un modelo más integrado y social.
Desafíos Persistentes y la Complejidad del Problema
A pesar de los cambios en las estrategias, el problema del crimen organizado en México persiste. Las razones son complejas y multifacéticas, incluyendo:
* Pobreza y Desigualdad: La falta de oportunidades económicas en muchas regiones de México contribuye a la vulnerabilidad de las comunidades a la influencia de los carteles.
* Corrupción: La corrupción en todos los niveles de gobierno facilita el funcionamiento de los carteles.
* Debilidad Institucional: La falta de capacidad y autonomía de las instituciones encargadas de hacer cumplir la ley dificulta la lucha contra el crimen.
* El Poder y la Red de los Carteles: Los carteles han logrado consolidar su poder, establecer redes de corrupción y acumular enormes recursos.
Conclusión
La guerra de México contra las carteles no es una historia de un solo fracaso. Es la historia de una lucha prolongada y compleja, marcada por intentos fallidos y, a veces, contraproducentes. Para abordar verdaderamente este problema, México necesita un enfoque holístico que combine la seguridad pública con políticas económicas, sociales y de lucha contra la corrupción, y que priorice el fortalecimiento de las instituciones civiles.
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/mexico-has-tried-everything-to-stop

