Fecha de Publicación: 26 de Diciembre de 2025
El frío de Milwaukee se sentía aún más intenso el viernes por la noche, pero el ambiente en el Lambeau Field estaba cargado de una tensión electrizante. Los Packers, a pesar de los problemas de QB que han plagado la temporada, recibieron a los Ravens para un partido crucial que podría definir la posición de ambos equipos para las postemporales. Y, como predijeron muchos analistas, el partido fue un choque de estilos, un baile estratégico y, en última instancia, una victoria contundente para los visitantes.
La clave de la victoria de los Ravens, y la principal razón por la que los Packers sufrieron, se resumió en una sola palabra: Lamar Jackson. Jackson, que parecía haber superado por completo sus problemas de confianza del inicio de temporada, fue simplemente brillante. Se movió con una agilidad asombrosa, esquivó los intentos de blitz de los Packers y encontró a sus receptores abiertos con una precisión asombrosa. Su touchdown de carrera en el segundo cuarto, una jugada perfecta de opción que culminó con un sprint de 35 yardas, envió a los Ravens a la zaga y dejó a los Packers sin respuestas.
Pero el partido no se resolvió únicamente por el desempeño de Jackson. La ofensiva de los Ravens, coordinada por Greg Roman, se adaptó a la defensa de los Packers, utilizando un juego terrestre explosivo para desgastar al linebacker de Green Bay y mantener a los ofensivos en la cancha. La línea ofensiva de los Ravens, que había sido objeto de críticas durante la temporada, se mantuvo firme, otorgando a Jackson tiempo para lanzar y protegiendo su espalda.
Por el lado de los Packers, la situación de QB siguió siendo un factor decisivo. Matt LeFleur, que ha alternado con Jordan Love durante la temporada, se mostró sólido, pero no logró encontrar la conexión necesaria con sus receptores. Los intentos de deep ball fueron frustrados por la cobertura de los Ravens, y los ajustes tácticos de los Packers no fueron suficientes para contrarrestar la superioridad ofensiva de los visitantes. El error crucial en el tercer cuarto, una intercepción en el territorio ofensivo, selló la derrota.
La defensa de los Packers, que ha sido uno de los pilares del equipo, tuvo un desempeño discreto. Aunque lograron presionar a Jackson en varias ocasiones, no lograron detenerlo de manera consistente, y la ofensiva de los Ravens encontró demasiadas oportunidades para explotar las brechas en la defensa.
Implicaciones para las Postemporales:
Esta victoria de los Ravens (con un marcador final de 31-17) potencialmente ha redefinido la lucha por la división de la Conferencia Este. Los Ravens, ahora con un récord de 12-3, se acercan peligrosamente a los Bills de Buffalo, que actualmente lideran la división. La posibilidad de que los Ravens obtengan el primer lugar y el comodín número 1 en los playoffs se ha vuelto mucho más realista.
Para los Packers, la derrota es un golpe duro al aspirar a un lugar en los playoffs. Con un récord de 9-5, se les dificulta enormemente superar a los Ravens y a los Bills. Sin embargo, todavía tienen una oportunidad de acercarse, especialmente si pueden mantener su ritmo ofensivo y capitalizar sus oportunidades en el último tramo de la temporada regular.
Análisis Final:
Este partido fue una lección para los Packers. Demostró que, a pesar de los problemas de QB, la organización aún tiene la capacidad de competir a un alto nivel. Sin embargo, también evidenció que necesitan encontrar una respuesta definitiva a la pregunta de quién puede ser su QB titular para los playoffs. La victoria de los Ravens es un recordatorio de que la NFL es un deporte de resultados, y que la consistencia y la preparación son claves para el éxito en los playoffs. Ahora, todos los ojos estarán puestos en el próximo partido de los Packers, un partido que podría ser el punto de inflexión en la temporada.
Fuente:
https://deadspin.com/starting-qbs-out-playoff-positioning-in-play-as-packers-host-ravens/