Kiev, Ucrania – 18 de Julio de 2025 – Tras meses de negociaciones, las discusiones entre Estados Unidos y Ucrania han llegado a un punto crítico, centrándose en un acuerdo de “envergadura” para que Washington adquiere drones probados en el este de Europa, a cambio de armamento pesado estadounidense. La iniciativa, que se ha bautizado internamente como “Proyecto Halcón”, está siendo impulsada por la necesidad de generar ventajas tácticas para el ejército estadounidense en el conflicto ucraniano, a la vez que se busca una posible vía para el suministro de equipos bélicos a Ucrania.
El acuerdo, que aún no ha sido formalizado y cuya cifra exacta de transacción no ha sido revelada, se basa en la experiencia demostrada por las fábricas ucranianas de drones, que han sido fundamentales en la defensa del país contra la invasión rusa. Estas fábricas, dispersas principalmente en las regiones de Donetsk y Lugansk, han desarrollado y producido una amplia gama de drones, desde plataformas de reconocimiento de bajo costo hasta sofisticados drones de ataque con capacidades de guerra electrónica.
“La calidad y la fiabilidad de los drones ucranianos han sido sorprendentes,” declaró un alto funcionario del Ministerio de Defensa de Ucrania, que solicitó permanecer en el anonimato debido a la sensibilidad de las negociaciones. “Estos drones han demostrado ser increíblemente efectivos en la recopilación de inteligencia, la vigilancia de las líneas del frente y el apoyo al fuego. La demanda de estas tecnologías está aumentando significativamente.”
Según fuentes cercanas al Pentágono, el acuerdo no solo implica la compra de drones existentes, sino también acceso a la tecnología y la posibilidad de colaboración en el desarrollo de nuevos modelos adaptados a las necesidades específicas del ejército estadounidense. Se espera que la transferencia de tecnología sea un componente central del “Proyecto Halcón”.
El intercambio de armas pesadas, que incluiría artillería de largo alcance, sistemas de defensa aérea y vehículos blindados, serviría como contrapartida, facilitando así la adquisición de estas tecnologías. Estados Unidos, que ha estado buscando activamente alternativas a los suministros tradicionales de la OTAN a Ucrania, ha identificado estas fábricas como una fuente potencial de innovación y capacidad.
“Estamos evaluando cuidadosamente el potencial de estas fábricas para complementar nuestras propias capacidades,” afirmó un vocero del Departamento de Defensa de Estados Unidos. “La producción local de drones en Ucrania puede acelerar el ritmo de suministro y proporcionar una mayor flexibilidad táctica.”
El éxito del “Proyecto Halcón” dependerá de la rapidez con la que se puedan establecer los mecanismos de transferencia y la confianza mutua entre las partes. Sin embargo, la necesidad de capacidad de drones de alta calidad, combinada con la creciente experiencia de Ucrania en su producción, sugiere que este acuerdo podría representar una valiosa contribución a la estrategia militar estadounidense en el conflicto.