La idea de que México es gobernado por narcotraficantes disfrazados de políticos ha alcanzado tal arraigo que incluso ganó un Oscar. Este año, la canción “El mal” del film *Emilia Pérez*, interpretada por Zoe Saldaña, ofreció un retrato estilizado, aunque inquietante, de México como un estado narco. La película muestra a la protagonista como la abogada de un capo de la droga, luciendo un elegante traje de terciopelo carmesí en un lujoso evento en la Ciudad de México, rodeada de políticos y líderes empresariales.
Las letras de la canción presentan una imagen contundente: secretarios de estado retratados como químicos especializados en la producción de fentanilo, gobernadores que obtienen sus cargos a través de votos de cárteles, y el aparato gubernamental entero presentado como una subsidiaria de la delincuencia organizada.
Pero, ¿es esta una representación fiel de la realidad mexicana? ¿Es que la clase política nacional simplemente es delincuencia organizada con trajes, y el estado funciona como un vehículo para el crimen, en lugar de ser un baluarte contra él?
Este debate sobre si México es un “estado narco” ha sido objeto de intenso análisis. La corrupción, la violencia y el poder de las organizaciones criminales son problemas serios y persistentes en el país. La influencia de los cárteles en la política y la economía es innegable, y se ha documentado un alto grado de impunidad. Sin embargo, la categorización como un “estado narco” es compleja y genera controversia.
Si bien la representación artística de *Emilia Pérez* ofrece un símbolo poderoso, es crucial analizar la situación con matices. La fortaleza de las instituciones, la lucha contra la delincuencia y la búsqueda de soluciones a largo plazo son esenciales para transformar esta realidad.
¿Qué tan cierto es que México está siendo efectivamente controlado por el crimen organizado? ¿O es una exageración que, aunque ilustrativa, simplifica una situación compleja y multifacética?
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/is-mexico-a-narco-state