México está haciendo algo que pocos países de la Global Sur han logrado: rescatar una gigantesca y endeudada empresa estatal – sin privatizarla, sin llamarlo un rescate, y sin añadir un solo peso a su deuda oficial. La compañía en cuestión es Pemex, la empresa estatal mexicana de petróleo.
Una vez el motor del nacionalismo económico mexicano y la principal fuente de ingresos del país, Pemex ahora es la compañía petrolera más endeudada del mundo, con una deuda de $120 mil millones. La compañía ha estado tan atrasada en los pagos a sus proveedores que economías enteras de la región – especialmente en el sureste de México, rico en petróleo – se han estancado.
Este sorprendente movimiento ha generado debate y análisis, y arroja luz sobre un posible futuro para la propiedad estatal en el contexto energético global. La estrategia de México, marcada por una inyección de capital sin desmantelar la compañía, desafía las narrativas convencionales sobre la necesidad de privatización en la industria del petróleo.
¿Qué implicaciones tiene este rescate para otros países con empresas estatales en crisis? ¿Representa un modelo a seguir, o una excepción que no puede repetirse? El caso de Pemex, con sus desafíos y éxitos, está redefiniendo el diálogo sobre el papel de los estados en la producción y el control de los recursos energéticos.
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/what-mexicos-state-oil-company-tells