Ciudad de México, 2 de agosto de 2025 – La controversia en torno a la receta de Coca-Cola, exacerbada por la reciente reacción de Donald Trump a la utilización de jarabe de maíz, ha impulsado un renovado interés en la “Mexican Coke”, un producto que, según su marketing, representa una alternativa superior a la Coca-Cola estadounidense. Sin embargo, un análisis reciente ha puesto en duda la conexión genuina del producto con México, revelando que la “Mexican Coke” no es realmente mexicana.
La movida, que comenzó con las críticas de Trump a la fórmula de la bebida, llevó a Coca-Cola a reintroducir una versión elaborada con azúcar de caña, generando un notable entusiasmo entre los consumidores y expertos en gastronomía. La “Mexican Coke”, previamente un producto importado de lujo, se había posicionado como una opción más saludable y de mejor sabor que la Coca-Cola producida en Estados Unidos.
No obstante, un artículo publicado recientemente por *Mexico Codecoded* revela que esta percepción es en gran medida una estrategia de marketing. La empresa, según la investigación, ha mantenido consistentemente una producción y formulación de la bebida en Estados Unidos, a pesar de la denominación “Mexican Coke”. El artículo enfatiza que la exclusividad y el valor percibido del producto se basan en su disponibilidad limitada y en la nostalgia asociada con su origen.
La reintroducción del azúcar de caña, aunque respondiente a las presiones del mercado, no altera la realidad fundamental de que la “Mexican Coke” es, en esencia, una Coca-Cola producida y distribuida por la compañía en los Estados Unidos. La conexión cultural y geográfica es, por lo tanto, artificial y orientada al consumidor. El debate continúa, pero la verdad, según el análisis, es que “Mexican Coke” es, primero y ante todo, Coca-Cola.
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/mexican-coke-isnt-really-mexican