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La reciente participación de Dominik Mysterio en Triplemania, el torneo de lucha libre de alto octanaje de México, no fue solo un evento espectacular; fue un claro indicio del camino que WWE debe tomar para realmente desatar el inmenso potencial que este talentoso luchador tiene dentro. Durante demasiado tiempo, Dominik ha sido relegado a un papel de villano, pero Triplemania ofreció una demostración convincente de cómo podría convertirse en un *babyface* estrella, y por qué WWE debería seguir ese ejemplo.
El principal problema con el personaje de Dominik ha sido su falta de ambigüedad. Su comportamiento impredecible, sus ataques a su propio padre, Rey Mysterio, y su actitud generalmente agresiva lo han convertido en un payaso de circo, pero no en un personaje que el público pueda realmente apoyar o odiar. En Triplemania, vimos una versión distinta de él, una que, aunque seguía teniendo momentos de ira, también mostraba vulnerabilidad y un nivel de respeto (en algunos momentos) hacia sus oponentes.
La clave de la victoria de Dominik en Triplemania, aunque controvertida, fue precisamente esa: una combinación de fuerza bruta, manipulación y, sorprendentemente, un toque de honor que rompió con su imagen tradicional. Este no es un error que la WWE debería ignorar.
¿Por qué Triplemania fue la clave?
El ambiente de Triplemania, conocido por su brutalidad y su audiencia apasionada, forzó a Dominik a una actuación más allá de lo habitual. La presión, el fervor de la multitud, y la necesidad de ganar, lo obligaron a considerar los resultados de sus acciones, más allá de simplemente atacar. Vimos destellos de una estrategia, y lo más importante, una conexión, aunque fugaz, con la audiencia.
WWE debe aprender de Triplemania:
La WWE necesita entender que Dominik Mysterio tiene el potencial de ser uno de los luchadores más memorables y atractivos de la empresa. Pero para lograrlo, necesita una narrativa más compleja y matizada que vaya más allá del simple ‘payaso malvado’.
Aquí hay algunas claves para que WWE siga el camino que Triplemania le mostró:
* Más ambigüedad: Dejar que Dominik tenga momentos de confusión, indecisión, o incluso arrepentimiento, haría que su personaje sea más relatable y atractivo.
* Explorar su historia familiar: Profundizar en la relación tensa entre Dominik y Rey Mysterio, y en las presiones familiares que podría estar sufriendo, podría generar empatía en el público.
* Narrativas enfocadas en la búsqueda de redención: Darle a Dominik la oportunidad de intentar “arreglar” sus errores y demostrar un cambio real, podría ser un gran movimiento para su personaje.
* Una audiencia apasionada: La atmósfera y la presión de un evento como Triplemania demuestran lo que Dominik puede conseguir, y debe ser el estándar para WWE.
Dominik Mysterio es un talento excepcional. Si WWE tiene éxito en desatar su potencial, podría convertirse en un *babyface* icónico que inspire lealtad y admiración en millones de fans. Triplemania le ha mostrado el camino; ahora, WWE necesita encontrar el coraje de seguirlo.
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