Gracias a la adopción temprana de la IA, México es uno de los 10 países mejor preparados para retos laborales futuros.
En 2025, México vive un momento decisivo en la incorporación de la inteligencia artificial, que ha dejado de ser un experimento aislado para convertirse en una fuerza transversal que transforma empresas, medios de comunicación y la vida cotidiana. Su alcance ya no se restringe a especialistas o compañías tecnológicas, sino que también impacta de lleno en sectores clave como el empleo, la educación, la ciberseguridad y los hábitos informativos.
En este sentido, México se ha convertido en uno de los países de América Latina que más ha apostado por esta tecnología y, según el QS World Future Skills Index 2025, entre 2018 y 2024, la cantidad de empresas mexicanas que implementaron soluciones de IA creció un impresionante 965%, lo que llevó al país a registrar un total de 362 compañías activas en este rubro. Este crecimiento supera ampliamente el de otros mercados regionales como Colombia, que reportó un 669%, o Brasil, con 487%.
Detrás de este avance hay una estrategia que comenzó a delinearse en 2018, cuando México decidió adoptar tempranamente políticas públicas centradas en la inteligencia artificial. Esta anticipación permitió al país posicionarse hoy entre los 10 mejor preparados para enfrentar los desafíos del futuro laboral y el tercero con mayor capacidad para captar talento innovador, solo detrás de Estados Unidos e India. El entusiasmo ha sido tal que, en algunos casos, empresarios y emprendedores han recurrido incluso a préstamos personales para financiar la adopción de esta herramienta, considerándolas una inversión estratégica para mantenerse competitivos.
Los efectos de esta evolución se sienten especialmente en el ámbito empresarial. El Índice de Tendencias Laborales de Microsoft reveló que el 89 % de los líderes mexicanos planea incorporar agentes digitales a sus equipos de trabajo durante este año. Este giro marca el inicio de una nueva etapa organizativa, caracterizada por las llamadas “empresas frontera”, donde la inteligencia artificial deja de ser un simple instrumento de eficiencia y se convierte en el motor que impulsa nuevas formas de operar, producir y decidir. En este nuevo esquema, los trabajadores no son reemplazados, sino reubicados en funciones de supervisión, diseño y toma de decisiones estratégicas.
Y es que, actualmente, el 41% de los líderes en México ya utiliza agentes de IA para automatizar tareas y el 65% de los empleados reporta usar estas herramientas de manera cotidiana. Para muchos, incluso, la IA se ha vuelto un aliado imprescindible durante la jornada laboral, ya que su disponibilidad constante, la velocidad con la que responde y su capacidad de sugerir ideas nuevas han hecho que un 51% de los empleadores considere urgente aumentar el equipo humano con recursos digitales en los próximos 18 meses.
Sin embargo, esta transformación también deja al descubierto ciertos vacíos. Uno de los más importantes es el de la capacitación. Por más que los líderes muestran un alto grado de entusiasmo, solo el 60% se siente verdaderamente preparado para utilizar estas herramientas, y entre los empleados ese porcentaje desciende al 37%. Por eso, el 57 % de los gerentes considera prioritario capacitar a sus equipos no solo en el manejo técnico de estas soluciones, sino también en su integración estratégica al flujo de trabajo.
Cabe destacar que el impacto de la IA no se agota en el entorno laboral. El Digital News Report 2025, elaborado por el Instituto Reuters, muestra que un 7% de los mexicanos utiliza semanalmente chatbots de inteligencia artificial como fuente principal de noticias, superando en este aspecto a países como Japón, Alemania o el Reino Unido. Herramientas como ChatGPT o Gemini se integran cada vez más en buscadores y redes sociales, particularmente entre los usuarios más jóvenes.
En concreto, TikTok ya representa una fuente informativa para el 24% de los mexicanos menores de 35 años, mientras que YouTube y Facebook concentran el 35% y el 52% respectivamente del consumo digital de noticias. Por el contrario, la televisión y la prensa escrita continúan en retroceso y solo el 39% consulta noticias en la TV, y apenas el 17% lo hace en papel.
Si bien esta tendencia presenta oportunidades, también genera inquietudes. A nivel global, el 27% de los usuarios dice estar interesado en funciones automatizadas como resúmenes de noticias y un 24 % valora las traducciones instantáneas. No obstante, crecen las preocupaciones sobre la calidad, veracidad y transparencia de los contenidos generados por IA. En particular, existen temores de que esta tecnología, al abaratar los costos de producción y acelerar los tiempos, termine afectando la confiabilidad del periodismo.
De esta forma, en un país como México, donde solo el 36% de la población confía plenamente en las noticias que recibe, el uso de inteligencia artificial en el ecosistema informativo aún debe superar ciertos desafíos de legitimidad. Por ahora, los chatbots se visualizan como herramientas complementarias, más que como reemplazos de los medios tradicionales.
En paralelo, el mercado de la IA muestra signos de expansión acelerada. De acuerdo con el CIO Playbook 2025, elaborado por Lenovo e IDC, se estima que las aplicaciones de inteligencia artificial en México alcanzarán un valor de 450 millones de dólares este año, casi cinco veces más que lo registrado en 2024. La mayoría de las empresas están optando por modelos híbridos que combinan soluciones locales y en la nube, debido a las barreras económicas y técnicas que aún impiden una digitalización completa.
Aún así, en el marco del Día Internacional de la Seguridad en Internet 2025, distintas organizaciones mexicanas alertaron sobre los riesgos que conlleva el uso masivo de IA, desde la filtración de datos sensibles hasta la proliferación de contenidos manipulados como los deepfakes y los ciberataques avanzados. La preocupación por los impactos negativos no es menor: aunque el 94% de los ciudadanos reconoce que la IA puede mejorar procesos y el 78% afirma haber incrementado su productividad gracias a su uso, un 21% admite temores relacionados con el empleo y la privacidad.
Regularización de la inteligencia artificial
En medio de un panorama global donde la inteligencia artificial gana protagonismo como motor de transformación económica y social, el país se enfrenta al desafío de construir un marco legislativo que regule esta tecnología sin frenar la innovación. A pesar de que su uso en el gobierno crece rápidamente, la regulación aún está en una etapa inicial y dispersa, marcada por propuestas aisladas y una falta de coordinación entre poderes y niveles de gobierno.
En la actualidad, México no cuenta con una legislación federal integral que delimite el desarrollo, uso o fiscalización de sistemas de IA. En tanto, países como los de la Unión Europea han aprobado leyes robustas, como el AI Act, que clasifica los sistemas según su nivel de riesgo, mientras Estados Unidos ha optado por una moratoria nacional para evitar regulaciones estatales fragmentadas.
En este contexto, la Ciudad de México ha dado un primer paso. En marzo de 2025, el INFO CDMX presentó una iniciativa de ley para regular el uso de la IA en la administración pública local, con principios como la transparencia, la inclusión y la protección de datos personales. La propuesta contempla también la creación de un Centro de Inteligencia Artificial para coordinar políticas locales, aunque su alcance no abarca al sector privado ni a otros niveles gubernamentales.
Pese a la lentitud legislativa, el uso de herramientas basadas en IA ya es una realidad en al menos 119 aplicaciones dentro de dependencias gubernamentales, revela un estudio del CIDE. Estas tecnologías se utilizan en áreas sensibles como seguridad, salud y justicia. Sin embargo, el reporte advierte sobre una preocupante falta de transparencia, debido a que no siempre se conoce cómo operan los algoritmos, ni si cumplen con principios de legalidad y no discriminación. A esto se suma que la ley de protección de datos vigente no contempla expresamente el tratamiento automatizado ni el perfilamiento algorítmico.
Ante esta brecha regulatoria, el gobierno federal empieza a mover ficha. En el AI Summit 2025, celebrado en Ciudad de México y organizado por OpenAI y Fintual en junio, el diputado Eruviel Ávila anunció que propondrá una reforma constitucional para incluir la inteligencia artificial en el Artículo 3, lo que permitiría asegurar recursos y apoyo político para su desarrollo. Por su lado, representantes del Ejecutivo como Vidal Llerenas, subsecretario de Industria y Comercio, y Manola Zabalza, secretaria de Desarrollo Económico capitalina, destacaron el papel estratégico de la IA para la inclusión financiera y la generación de empleos de calidad.
Lo cierto es que a medida que la inteligencia artificial se integra cada vez más en los procesos públicos y privados, la urgencia de establecer reglas claras se vuelve ineludible. México tiene la oportunidad de construir un modelo regulatorio propio, que no solo replique experiencias internacionales, sino que se adapte a su contexto social y económico. Para lograrlo, será clave fomentar el diálogo entre expertos, legisladores, industria y ciudadanía, y avanzar hacia una legislación que garantice un desarrollo tecnológico ético, seguro y centrado en el bienestar colectivo. Así, el futuro de la IA no solo dependerá de su innovación, sino de su capacidad para proteger derechos y generar confianza.
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