Budapest, Hungría – La actriz Kirsten Dunst (43) experimentó una de las pesadillas más aterradoras para cualquier madre durante la filmación de una película en Budapest. En una entrevista publicada en la revista *Town & Country* el miércoles 20 de agosto, Dunst describió la experiencia como “algo parecido a *Final Destination*, donde imaginas todas las cosas que podrían salir mal y los peores escenarios ocurren con tu hijo. Nunca he visto la película… pero sé el concepto. Es como sentirse siendo madre a veces.”
Dunst, acompañada por su esposo, Jesse Plemons (43), y sus dos hijos, Ennis (7) y James (4), se encontraba trabajando en su nueva película, *The Entertainment System Is Down*. La actriz explicó que el plan original era que la familia permaneciera con ella en Budapest durante toda la duración de la producción, alquilando una vivienda y matriculando a Ennis en una escuela local.
Sin embargo, James sufrió un grave episodio de salud que requirió que Plemons y sus hijos regresaran a Los Ángeles, mientras Dunst permaneció en Budapest para completar su trabajo. La actriz tuvo una breve visita para verificar el estado de su hijo.
Dunst compartió que James y toda su familia están bien ahora, pero que el incidente fortaleció a la familia. “Nos unió como familia de una manera más profunda,” afirmó Dunst.
Tras la recuperación de James, Dunst y Plemons le han brindado un viaje a su elección al menor. Según Dunst, James seleccionó las Bahamas, donde podrá “ir a una playa donde mi castillo de arena no se vaya a desmoronar”.
Dunst y Plemons se convirtieron en padres en diciembre de 2018, al dar la bienvenida a Ennis, y recibieron a James en junio de 2021. La pareja, que se casó en secreto en 2022, ha revelado previamente su apoyo al deseo de sus hijos de seguir sus pasos como actores.
En una ocasión, Dunst declaró: “Escucha, si ellos quieren ser actores, los apoyaré, lo que quieran hacer”.
Además de su vida profesional, Dunst ha mostrado un fuerte compromiso con el bienestar de sus hijos, implementando medidas como mantener su hogar libre de dispositivos electrónicos.
“No somos un hogar de ‘Siri, reproduce lo que sea’”, explicó Dunst. “Nuestros hijos tampoco tienen iPads. Si quieren usar un iPad en el avión, es el iPad de papá. Y no somos personas que usan teléfonos en los restaurantes. No estoy criando a un niño que no pueda tener conversaciones en la mesa”.