¿Y si cada juez federal de los Estados Unidos – desde la Corte Suprema hasta los tribunales locales – fuera despedido de la noche a la mañana y reemplazado por funcionarios elegidos directamente por voto popular? Sin nombramientos vitalicios. Sin confirmaciones por el Senado. Solo una votación. Esa es exactamente lo que México acaba de hacer.
En una única reforma, el país ha detonado un experimento sin precedentes: eliminando por completo la totalidad de su judicato, tanto local como federal, y entregando las llaves a nuevos jueces elegidos por voto popular.
Un Experimento en Territorio Desconocido
Esta acción representa un paso audaz y radical, posicionando a México como el escenario del experimento democrático más ambicioso del mundo en este momento. El resultado de esta reforma podría tener repercusiones que se extiendan mucho más allá de las fronteras del país.
Más Allá del Titular: Un Cambio Complejo
Sorprendentemente, la cobertura internacional ha reducido esta transformación a una simple narrativa de “poder para el partido gobernante” y “Morena consolidando un régimen autoritario”. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja, caótica y, francamente, más interesante.
Este cambio repentino implica la eliminación de jueces con décadas de experiencia, reemplazándolos por un grupo de nuevos individuos seleccionados mediante el proceso electoral. Esto plantea interrogantes sobre la continuidad, la experiencia y la posible influencia política en la interpretación y aplicación de la ley.
La Reforma: Una Nueva Era para la Justicia Mexicana
La reforma, impulsada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, ha sido objeto de debate y controversia. Se argumenta que busca fortalecer la democracia al devolver el poder judicial al pueblo. Los defensores de la reforma aseguran que esta medida busca acabar con el judicialismo y garantizar una mayor rendición de cuentas.
Sin embargo, la oposición ha expresado sus preocupaciones sobre la posible inexperiencia de los nuevos jueces, la falta de un cuerpo de asesores legales y el riesgo de que la política interfiera con la imparcialidad del sistema judicial.
¿Qué Significa Esto Para El Futuro de México?
El resultado de este experimento será crucial para la salud de la democracia en México. El éxito dependerá de la capacidad de los nuevos jueces para aplicar la ley de manera justa e imparcial, y de la capacidad del país para mantener la estabilidad política y económica.
La reforma ha abierto un debate fundamental sobre el papel del poder judicial en una sociedad democrática. El futuro de la justicia mexicana, y quizás el de otras naciones que consideren este modelo, está en juego.
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/mexicos-elected-judiciary-and-democracy

