Chicago, Illinois – Los Chicago White Sox honraron a Bobby Jenks el lunes, tres días después de que el ex-lanzador falleciera a los 44 años por complicaciones del cáncer. La organización publicó un video conmemorativo y mantuvo un silencio en el estadio antes del partido contra los Toronto Blue Jays, su primer partido en casa desde la muerte de Jenks. Los jugadores llevaron un parche con el número 45 en sus uniformes para honrar su antiguo número de juego, que usarán durante el resto de la temporada.
Jenks anunció en febrero que padecía adenocarcinoma de etapa 4, una forma de cáncer de estómago. El anuncio se realizó desde una cama de hospital en Portugal durante una entrevista con MLB.com. Jenks se había trasladado a Portugal desde Estados Unidos para estar más cerca de su familia.
Jenks jugó siete temporadas en la MLB, seis de ellas con los White Sox. Fue un relevista novato en el equipo que ganó la Serie Mundial de 2005, arrasando a los Houston Astros. Asumió el rol de cerrador en 2006 y lo mantuvo durante cinco temporadas. Fue All-Star en 2006 y 2007, siendo reconocido como uno de los lanzadores más rápidos de su generación, con un promedio de más de 100 mph.
El gerente general de los White Sox, Chris Getz, quien jugó dos temporadas con Jenks en Chicago, recordó al jugador. “Lo extrañaremos profundamente. Sabes, estoy feliz de haber podido jugar con él, porque realmente era una persona especial… Simplemente tenía un gran corazón. Era un chico muy divertido y, obviamente, un competidor increíble.”
Jenks finalizó su carrera en la MLB con una temporada como relevista en los Boston Red Sox en 2011. Posteriormente, se dedicó a la enseñanza y al manejo de equipos de ligas menores. Fue entrenador de la liga universitaria Princeton WhistlePigs en 2023, y luego manejó el Windy City Thunderbolts de la liga menor en Crestwood, Illinois.
Jenks es sobrevivido por su esposa, Elini, y sus seis hijos.
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