Durante los últimos siete años, la oposición en México ha experimentado un declive sin precedentes. El Partido Acción Nacional (PAN), que antaño era un actor político dominante, ha visto cómo su influencia se ha reducido drásticamente, pasando de gobernar 11 de los 32 estados del país a solo cuatro. En una situación de desesperación para frenar esta caída, el partido ha decidido reinventarse, una iniciativa que podría estar sembrando una deriva radical en la política latinoamericana.
El declive del PAN ha sido un proceso gradual, pero acelerado en los últimos años, motivado por factores como la mala gestión económica, la corrupción y las protestas sociales. Sin embargo, su respuesta a esta crisis ha sido particularmente sorprendente: una apuesta por recuperar terreno político abrazando ideas que antes se consideraban marginales.
Esta estrategia ha involucrado un acercamiento creciente a sectores de la derecha, incluyendo figuras y organizaciones asociadas al movimiento de ultraderecha. Se ha visto en la promoción de discursos antiinmigrantes, la denuncia de “ideologías de género” y el apoyo a líderes con posturas nacionalistas y a menudo controvertidas.
El PAN, en su intento de revitalizarse, ha buscado atraer a votantes desilusionados por la izquierda y, en algunos casos, incluso a aquellos que tradicionalmente votaban por el partido gobernante, el Partido Revolucionario Institucional (PRI). El objetivo es, aparentemente, recuperar la influencia que ha perdido.
Sin embargo, esta estrategia ha generado controversia y preocupación. Muchos analistas temen que esta deriva hacia el extremo pueda tener consecuencias negativas para la democracia mexicana, al normalizar ideas que, en otros países, han sido asociadas con autoritarismo y discriminación.
Además, el movimiento del PAN está recibiendo escrutinio internacional, siendo visto como un ejemplo de cómo el descontento social puede ser explotado por fuerzas políticas con agendas cuestionables.
El futuro de la política mexicana, y quizás de toda la región, podría verse influenciado por esta experimentación, y el PAN, a pesar de sus intenciones, podría convertirse en un catalizador para cambios significativos – y potencialmente problemáticos – en el panorama político latinoamericano.
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/inside-conservatives-flirt-with-the

