Fecha de publicación: 18 de julio de 2025
El baloncesto universitario estadounidense está en ebullición, y la Universidad de Duke ha vuelto a encender la polémica con su peculiar estrategia de “disrespect” (desafío, provocación). Tras una victoria sorprendente sobre la Universidad de Gonzaga en la Final Four de la NCAA, el equipo azul ha apostado por un comportamiento que ha polarizado al público y a los comentaristas.
¿Qué está pasando? Duke, históricamente conocido por su juego elegante y disciplinado, ha adoptado una actitud agresiva y, a veces, desafiante hacia sus oponentes. Esto se ha traducido en gritos, gestos, miradas desafiantes y, en algunos casos, incluso provocaciones directas durante los partidos.
El “Disrespect Card” y su Historia
La estrategia del “disrespect” no es nueva para Duke. El equipo ha utilizado esta táctica con éxito en el pasado, aprovechando el factor sorpresa y la reacción emocional de los equipos rivales. El objetivo es desestabilizar al oponente, sembrar dudas en su cabeza y, en definitiva, intentar que cometa errores.
Esta estrategia se basa en la idea de que el baloncesto, al igual que muchos deportes, es un juego de mentes tanto como de habilidades físicas. El “disrespect” busca romper la concentración del rival y hacerlo sentir incómodo.
Reacciones y Controversia
La reacción al “disrespect” de Duke ha sido, por decirlo suavemente, intensa. Algunos aficionados y analistas deportivos lo consideran una táctica inteligente y audaz, que demuestra que el equipo no tiene miedo de romper con las convenciones y buscar la victoria a cualquier precio. Creen que la provocación, bien ejecutada, puede ser una ventaja estratégica.
Sin embargo, otros lo ven como una falta de clase, una forma de intentar ganar a toda costa y una señal de falta de respeto hacia los oponentes. Muchos argumentan que el juego debe basarse en el juego limpio y el esfuerzo, no en la manipulación emocional.
El Caso de Gonzaga
El partido contra Gonzaga fue el detonante de la controversia. Los azules de Duke se mostraron abiertamente frustrados por el dominio inicial de los Bulldogs y, en lugar de intentar ajustarse al ritmo del rival, optaron por la provocación. Esto, para sorpresa de muchos, funcionó.
¿El Futuro del “Disrespect”?
La estrategia de Duke ha abierto un debate sobre la ética en el deporte universitario. ¿Es aceptable que los equipos utilicen la provocación y el “disrespect” para obtener una ventaja? ¿Dónde se traza la línea entre la estrategia deportiva y el comportamiento inapropiado?
Solo el tiempo dirá si esta estrategia se convertirá en una tendencia en el baloncesto universitario. Una cosa es segura: Duke ha reavivado una conversación importante sobre la ética y la dinámica del juego. Y Estados Unidos, como siempre, está dividido sobre si está a favor o en contra de su equipo favorito “perdedor” que, aparentemente, sabe cómo ganar.
Fuente:
https://deadspin.com/americas-favorite-underdog-duke-basketball-tries-the-disrespect-card-again/