México está en el centro de una influencia global que a menudo se subestima. El país es el socio comercial número uno de Estados Unidos, la duodécima economía más grande del mundo y un punto clave que conecta América del Norte y América Latina. Por ello, las decisiones tomadas en México tienen un impacto significativo en cadenas de suministro, flujos migratorios, políticas climáticas y seguridad, tanto a nivel nacional como internacional.
Por eso, el primer año de Claudia Sheinbaum como presidenta merece un análisis profundo. Es la primera mujer en ocupar el cargo y, además, la segunda figura progresista en más de tres décadas de política mexicana.
Una Revolución Silenciosa
Inicialmente, muchos esperaban que Sheinbaum se limitara a replicar el estilo y las políticas de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), un líder de izquierda que dominó la política mexicana durante seis años con un discurso audaz y a menudo controvertido.
Sin embargo, Sheinbaum ha surgido como una “revolución silenciosa”, redefiniendo tanto la izquierda mexicana como el papel de México en el escenario mundial. Sus acciones, hasta ahora, han buscado una aproximación más matizada a los desafíos, alejándose de la confrontación directa característica de AMLO.
Un Cambio de Enfoque
Aunque manteniendo algunos de los pilares de su programa, Sheinbaum ha demostrado un enfoque más estratégico y, algunos analistas lo consideran, una mayor sensibilidad hacia la necesidad de construir alianzas internacionales, especialmente en temas relacionados con el cambio climático y la seguridad.
La llegada de Sheinbaum marca un antes y un después en la política mexicana y reafirma la importancia de la representación femenina en el liderazgo del país. El futuro de México, y su influencia en el mundo, está ahora en manos de la primera presidenta del país.
Fuente: https://www.mexicodecoded.com/p/mexicos-first-female-president-is










