Salt Lake City, Utah – El mundo del baloncesto se despide de una leyenda: Frank Layden, exentrenador de los Utah Jazz, falleció el pasado 9 de julio a la edad de 93 años. Su muerte, confirmada por la familia, marca el fin de una carrera llena de éxitos, desafíos y, sobre todo, una profunda conexión con el equipo que siempre tuvo en su corazón.
Layden, conocido por su pragmatismo, su ética de trabajo implacable y su profundo respeto por el juego, se unió a los Jazz en 1989, justo cuando el equipo estaba en una situación crítica. Llegó en un momento crucial, justo después de que Darryl Sutter renunciara y la franquicia se enfrentaba a una profunda crisis de rendimiento.
Su impacto fue inmediato. Layden transformó a los Jazz, que antes eran conocidos por sus constantes derrotas, en un equipo competitivo y con una identidad definida. El “sistema Layden,” caracterizado por un énfasis en la defensa, la intensidad y la disciplina, rápidamente se convirtió en la piedra angular del éxito de los Jazz.
“Frank era un maestro,” recuerda muchos exjugadores. “No era el entrenador más carismático del mundo, pero era increíblemente inteligente, observador y sabía exactamente lo que necesitaba del equipo. Siempre nos exigía lo mejor, y eso nos impulsaba a ser mejores.”
Bajo su dirección, los Jazz lograron clasificarse para los Playoffs en las temporadas 1992 y 1993. Aunque nunca llegaron a ganar el Campeonato de la NBA, sus contribuciones fueron vitales para sentar las bases del futuro éxito de la franquicia. Además, Layden fue conocido por su habilidad para identificar y desarrollar jóvenes talentos, incluyendo a jugadores como Karl Malone y John Stockton, que se convertirían en leyendas de la NBA.
La relación entre Layden y Malone, en particular, es un ejemplo de su capacidad para construir vínculos con sus jugadores. Malone, un jugador dominante pero a veces conflictivo, encontró en Layden un mentor y un protector, y juntos se convirtieron en la columna vertebral de los Jazz durante más de dos décadas.
Después de su tiempo con los Jazz, Layden tuvo carreras como entrenador en la NBA y en la CBA. Aunque no siempre tuvo el mismo nivel de éxito, siempre mantuvo un compromiso inquebrantable con el juego y una profunda pasión por el baloncesto.
Frank Layden dejará un legado duradero en la historia de los Utah Jazz. Su nombre será recordado con cariño por los aficionados, y su influencia se sentirá por generaciones de jugadores y entrenadores. El mundo del baloncesto lo lamenta, y su memoria será un faro de respeto y admiración. Un hombre que, a pesar de su modestia, cambió el destino de una franquicia y dejó una huella imborrable en la NBA.
Fuente:
https://deadspin.com/legendary-jazz-coach/gm-frank-layden-dies-at-93/
